lunes, 21 de septiembre de 2015

Pesadilla de locos

¡Menuda pesadilla tuve anoche! Me encerraron en una especie de reformatorio, supuestamente por loco, pero yo le decía a todo el mundo que no estaba loco. A mis amigos los miraba a la cara, haciendo todo lo que estuviera a mi alcance para que vieran la verdad en mi mirada, pero no había forma de convencerles, me querían dejar allí solo, a saber por cuánto tiempo, y la sensación que me daba es que cuanto más hacía yo por convencerles de que no estaba loco, más loco me veían y creían. Una locura, una auténtica locura mi impotencia y desesperación. Hasta que llegó la calma y me dije que no servía de nada malgastar esa energía convenciendo a los demás. Me tenía que calmar y, desde la tranquilidad, ya encontraría la manera de salir. Miedo a volverte loco, ese es uno de los mayores miedos del hombre, además del miedo a la soledad y a la muerte…



Desperté y me quedé aturdido. Había tenido un sueño, más bien una pesadilla, y me pregunté de dónde habría venido esa disparatada ensoñación, cómo se crean y forman los sueños, qué significado tienen, qué hay en el subconsciente guardado y que luego aflora a la superficie. En fin, de locos, pero al final loco o cuerdo, cuerdo o loco, dejé de pensar en ello y lo único importante es que estoy vivo, libre y quiero seguir disfrutando de esta maravillosa experiencia que es la vida, con libertad…

No hay comentarios:

Publicar un comentario