martes, 29 de septiembre de 2015

Conclusiones del fin de semana

Hace unos días leí una frase y creo recordar que decía algo así: estamos aquí para cometer errores y aprender de ellos, no para aparentar ser perfectos. Pues este fin de semana yo he sido totalmente imperfecto y, además, no he hecho nada por aparentar ser lo contrario. Un fin de semana lleno de conflictos con los que he aprendido mucho…

Por lo pronto, la primera conclusión que saco es: No hagas algo si no estás totalmente convencido de ello. Mi lema es disfrutar y, si no estoy disfrutando, buscar la manera de engancharme con el entusiasmo o dejarlo. Lo tendré en cuenta para la próxima vez...

La segunda es dar lo máximo que puedas, que va en la línea de conectarte con el entusiasmo. No hay excusas por falta de tiempo, siempre hay tiempo para cambiar el rumbo de los acontecimientos...

La tercera es comunicar aquello con lo que no estás de acuerdo, ser asertivo, ser coherente, no aparentar que algo te da igual cuando realmente no te da igual...

La cuarta es no tomarte las cosas personalmente. Si alguien vierte una opinión sobre ti, es su opinión y no tiene que influirte para nada...

Y la quinta es humildad, ser humilde…

Y ahora que las escribo me río de mí mismo porque muchas de ellas, si no todas, son cosas que yo mismo he escrito en este blog. Pues toma, aún no las tengo integradas y la vida me ha dado la experiencia de darme cuenta de ello. Gracias a todos mis compañer@s...



Y el domingo, mientras acababa el fin de semana paseando por Famara, me decía que lo que pasó pasó y no se puede cambiar. Ahora estaba allí, paseando por la playa. No te fustigues, trátate amorosamente. Y me fui a la cama con mucha paz porque unas cosas ya las había visto claras, otras las vi ayer claras y otras estoy pendiente de verlas claras...

viernes, 25 de septiembre de 2015

Con ganas de cambio

Como diría una amiga mía, a veces los cambios me dan cierta pereza, pero cuando los haces te sientes renovado. Eso es lo que ha pasado con el blog, por ejemplo, que he cambiado su diseño, o con el color de las paredes de la casa donde vivo. Después de seis años sin cambiarlas, quedándose muchas veces las ganas en intención y no en acción, llegó el momento de darle un giro radical y el resultado es que me siento fresco, renovado…




Dice una frase que acabo de leer esta mañana: “En esta vida no existen ni sufrimiento ni alegrías, sólo cambio. Según tu grado de resistencia a los mismos, experimentarás una cosa u otra”. Pues eso, con ganas de hacer cambios. Ayer rojo, hoy azul, mañana ni sé de qué color…

jueves, 24 de septiembre de 2015

Sinónimo de estar vivo

Decía Alfredo Kraus que para él cantar era sinónimo de estar vivo, que cantar le ayudaba a disipar los días de tormenta. Mientras leía esas frases en el último homenaje póstumo que se celebró en la isla, me llevé las manos a la boca para ocultar la exclamación que sin querer me salía, porque esas frases me llegaron al corazón...

Días atrás, tal vez un día de tormenta, se me pasó por la cabeza que igual no tenía sentido escribir más, pero al leer esas frases me reflejé en que escribir es sinónimo de estar vivo, en que la escritura, de alguna forma, siempre me ha ayudado a superar los días de tormenta, la escritura se está convirtiendo en mi forma de expresión con la que suelto todo lo que tengo, todo lo que siento, todo lo que soy, todo lo que quiero...

Y por eso aquí estoy, escribiendo cuando quiero, sin complejos, sin vergüenza, sin obligaciones, sin pretender que nadie lea lo que escribo. Escribo y soy consciente de que el día que nació el blog volví a estar vivo...

Por eso, también, hoy me he tomado el lujo de celebrar este tercer aniversario. Tres años ya de emociones y sentimientos, tres años en los que ha corrido la tinta con fuerza dibujando palabras, al igual que corre por un río el agua llena de vida. Tres años ya de vida, agradecido por poder seguir escribiendo aunque sea un gracias y buenos días, tres años vitales en mi vida. Renovarse o morir, dice el dicho, así que opto por la renovación con el mayor de los entusiasmos…


Gracias Yolanda, por esta maravillosa tarta. Gracias a ti, mi rinconcito amoroso y saludable, por formar parte de mi vida. GRACIAS...

martes, 22 de septiembre de 2015

La función en la vida

La función en la vida no es sufrir, sino ser, pero estamos tan arraigados a la idea de sufrir, que a veces lo vemos como algo normal y te tachan de loco si estás todo el día sonriendo y transmitiendo felicidad...

Mi sobrino ya se ha adaptado al instituto, parece que le gusta, cuando la primera semana era una preocupación y llanto constante por miedo a suspender. Un niño le había metido tanto miedo durante el verano diciéndole lo complicado y difícil que era, además de que las profesoras eran muy duras y severas, que se creyó la historia y fue todo un drama...

Ya verás que lo vas a conseguir, confía en ti, tienes la capacidad suficiente para salir adelante, pero deja de pensar de forma negativa porque si no va a pasar precisamente eso, así que cambia el chic. Te apuesto lo que sea a que dentro de un mes vas a cambiar de opinión y te va a gustar más el instituto que la escuela...


Y así ha sido, ya está adaptado y pone todo de su parte para superar el curso, tanto, que hoy me llamó desde buena hora de la mañana para preguntarme unas dudas de sus deberes de inglés. Cuando colgué el teléfono me dio la risa porque justo acababa de leer el capítulo de no hacer suposiciones del libro “Sea más feliz que el Dalai Lama” y la cabeza ya iba acelerada haciendo suposiciones de todo tipo sobre la llamada, averruntando si pasaba algo porque me estaban llamando, jeje...

Se trata de constancia, para ser menos reaccionarios hay que educar y entrenar la mente, porque una mente sin entrenar puede ser una puerta abierta al sufrimiento, pero sin exigirnos, eso es muy importante. Gracias Sonia, por todo lo compartido ayer. Y sí, confío en mí...


Y cambiando de tema, dejo una foto del final de la playa de Famara. Siempre digo que cuando voy caminando y llego hasta el final nunca tengo una cámara para retratar ese momento, pero el domingo encontré a mi fotógrafa particular. Gracias Gemma...

lunes, 21 de septiembre de 2015

Pesadilla de locos

¡Menuda pesadilla tuve anoche! Me encerraron en una especie de reformatorio, supuestamente por loco, pero yo le decía a todo el mundo que no estaba loco. A mis amigos los miraba a la cara, haciendo todo lo que estuviera a mi alcance para que vieran la verdad en mi mirada, pero no había forma de convencerles, me querían dejar allí solo, a saber por cuánto tiempo, y la sensación que me daba es que cuanto más hacía yo por convencerles de que no estaba loco, más loco me veían y creían. Una locura, una auténtica locura mi impotencia y desesperación. Hasta que llegó la calma y me dije que no servía de nada malgastar esa energía convenciendo a los demás. Me tenía que calmar y, desde la tranquilidad, ya encontraría la manera de salir. Miedo a volverte loco, ese es uno de los mayores miedos del hombre, además del miedo a la soledad y a la muerte…



Desperté y me quedé aturdido. Había tenido un sueño, más bien una pesadilla, y me pregunté de dónde habría venido esa disparatada ensoñación, cómo se crean y forman los sueños, qué significado tienen, qué hay en el subconsciente guardado y que luego aflora a la superficie. En fin, de locos, pero al final loco o cuerdo, cuerdo o loco, dejé de pensar en ello y lo único importante es que estoy vivo, libre y quiero seguir disfrutando de esta maravillosa experiencia que es la vida, con libertad…

viernes, 18 de septiembre de 2015

Eso es lo que quiero

Quedar con una persona que no he visto nunca, como si de una cita a ciegas se tratara, pedir un té o un café y empezar a hablar, compartir nuestras experiencias, recordar lo afortunados que somos, sentir la conexión entre ambos, porque la acabo de conocer pero es como si la conociera de siempre. Hablar, escuchar, palabras entrelazadas con momentos de silencio y escucha activa. Eso es lo que quiero, disfrutar de estos momentos. Dejaré tiempo para estos momentos porque eso es lo que quiero…


jueves, 17 de septiembre de 2015

Ser reflexivo en lugar de reactivo

Cada vez soy más reflexivo, pero es verdad que muchas veces sigo reaccionando a todo aquello que sucede a mi alrededor. Si antes de actuar me hiciera esta pregunta, otro gallo cantaría: ¿la acción que voy a emprender va a traer paz o conflicto, va a traer unidad o separación a mi vida? Poco a poco, el resorte se debilitará, pero es cuestión de practicar…


Ah, y como diría mi amiga Sonia, trátate amorosamente…

miércoles, 16 de septiembre de 2015

¡Estén atentos!

Estos días en Playa Blanca he podido disfrutar de una piscina y jugar con los niños a la pelota. Al final, como dicen mis amigos, parezco un niño más, o peor que los chinijos, me dicen. En parte tienen razón, me pongo a jugar y me emociono tanto, lo disfruto tanto, que quiero batir el récord de aguantar con la pelota sin que se nos caiga al agua. Lo gracioso es que cuando algún niño fallaba, yo les decía que controlaran, que así no íbamos a conseguirlo. Automáticamente me venía a la cabeza que de lo que se trata es de perder el control y yo les decía a ellos que controlaran, jajaja. En lugar de eso, les podría decir que estuvieran atentos, que se concentraran, pero eso de que controlaran me sonaba raro. ¡Qué manía con controlarlo todo!



Al final, llegamos a tocar la pelota hasta 72 veces sin que se nos cayera al agua. Toda una hazaña...

lunes, 14 de septiembre de 2015

Trece países en un día

Al final llegué a Milán, un día más tarde de lo esperado, y pude visitar la EXPO, que era el motivo principal del viaje...

Y gracias a que íbamos con una gran maestra llamada Nina, avispada y sorprendentemente locuaz para su corta edad, en un día visitamos más países que si hubiera estado yo solo durante tres días, nada más y nada menos que trece, porque con los niños no se hacían colas. Es que esto de ser niño es fabuloso...


Fue una experiencia interesante, pasar de un país a otro sin aparente esfuerzo, sin fronteras que atravesar, sin visados que solicitar. Desde Brasil y su divertida entrada, hasta España haciendo propaganda de su buena gastronomía, o la Polonia de Chopin, donde pudimos disfrutar de un concierto con sus obras, Hungría, donde degustamos un típico dulce o el fresco bosque de Austria, pasando por supuesto por el país anfitrión Italia y también visitando otros países como Tanzania, República Checa, Qatar, México y alguno más, trece en total…






El árbol de la vida será lo único que permanezca en el recinto cuando todo acabe. Un espectáculo de luz y sonido que invitaba a agradecer y vivir la vida...



domingo, 6 de septiembre de 2015

¡Vuelo cancelado!

Ayer saqué una foto al panel informativo de los vuelos y pensé en colgarla en facebook con el título "¿dónde voy?". Pues bien, al final no fui a ningún lado porque el vuelo fue cancelado...

Había volado desde Lanzarote a Barcelona sin problemas y me disponía a coger el siguiente vuelo rumbo a Milán, pero de repente veo en la pantalla "vuelo cancelado", que por cierto ya no lo ponen en letras rojas escandalosas, sino en un color amarillo suave, tal vez para no alarmar tanto a los turistas afectados por la cancelación...

Lo primero que me vino a la mente, juraíto por Dios, es que la vida me estaba dando otra experiencia para vivirla por primera vez, porque era la primera vez que tenía una cancelación, y mira que viajo... Pues con la incertidumbre de no saber absolutamente nada, porque no tenía ni idea de qué hacer, fui de mostrador en mostrador haciendo lo que me decían que tenía que hacer. Es la primera vez que me ocurre, les decía sonriendo. Pues eres muy afortunado, me respondían. Sí, soy muy afortunado, decía para mis adentros...

Al lado había una chica estresada, llorando, suplicando porque le encontraran otro vuelo... Eso hacía que me riera más, y no de la chica precisamente, sino por la situación. Me decía que si realmente confío en la vida, acepto todo lo que venga, y si el vuelo fue cancelado por alguna razón será. No voy a sacar nada con ponerme a patalear, si acaso malgastar mi energía en algo innecesario... Me subí en una guagua y que me llevaran donde me tuvieran que llevar, dejándome llevar, muerto de la risa...

Además, he de confesar que está siendo una auténtica aventura. Ahora mismo estoy en un hotel apartado que ni idea de dónde está, escribiendo esto que estoy escribiendo desde la tablet que me dejó mi sobrino, escribiendo con este chisme por primera vez, por cierto. A la tarde volveré a coger otro vuelo y podré retomar el viaje con normalidad, o no, quien sabe lo que pasará... Es verdad que las cancelaciones pueden ser un quebradero de cabeza para la gente que tiene que trabajar, pero en mi caso no tuve que hacer absolutamente nada, sólo llamar a mi amiga y avisarla. Ni el hotel tuve que cancelar... Y encima de eso, que me está encantando vivir esta experiencia, no he tenido que pagar nada y dicen que me van a indemnizar. Si es que yo te digo que la vida es maravillosa :-) 

¿Y si hoy vuelven a cancelar el vuelo?, me dice una voz que no para de interpretar... Pues ya se verá, tú no te preocupes, saldremos adelante ;-) Uff, qué bueno ha sido escribir esta entrada inesperada. Como dijo mi amiga Alice, disfruta de los imprevistos...

jueves, 3 de septiembre de 2015

La fuerza del diálogo interno

Fue curioso lo que experimenté ayer. Me dijeron que me pusiera de pie con los brazos extendidos horizontalmente y, mientras alguien trataba de empujarlos hacia abajo, yo los conseguía mantener en la misma posición con todas mis fuerzas...

Después, durante unos treinta segundos aproximadamente, me empecé a decir cosas negativas, como que no valía para nada, que no podía, que no era nada bueno. Al acabar y alguien empujar mis brazos hacia abajo, fue imposible mantenerlos en la posición. Se desplomaron sin ofrecer la más mínima resistencia. Sentí cómo mi cuerpo se vaciaba de energía...

Y después hice todo lo contrario. Durante el mismo tiempo, comencé a decirme cosas positivas, como que era un ser maravilloso, que era poderoso, estaba repleto de salud y podía hacer absolutamente todo. Ahora, al intentar echarme los brazos hacia abajo, sí que tuve resistencia y no me dí por vencido. Mi cuerpo se volvió a cargar de energía...

Y todo eso fue para experimentar la fuerza que tiene el diálogo interno. Si nos decimos cosas feas y negativas, nuestro sistema inmunológico se debilitará y es más probable que tengamos enfermedades. Por el contrario, si nos decimos cosas bonitas y positivas, nuestras defensas se fortalecerán y seremos inmunes a todo...


Gracias, muchas gracias por haberme escogido como voluntario para experimentar la fuerza del diálogo interno...

miércoles, 2 de septiembre de 2015

Un paso atrás y dos adelante

Y sigo compartiendo lo que estoy leyendo...

- Tengo que reconoceros que estas últimas semanas me he observado con mucha más atención y os confirmo a todos que efectivamente...soy hiperreactiva. Cada vez que algún cliente no me trata como a mí me gustaría ser tratada reacciono negativamente. Y lo mismo en mi vida personal, con mis padres y amigos íntimos... Mira que creía haber interiorizado lo que nos explicaste el mes pasado, pero no he podido evitar enfadarme o ponerme triste. Y eso que en alguna que otra ocasión me he dado cuenta de que no era lo que me decían los demás lo que me perturbaba, sino lo que yo interpretaba acerca de ello. Últimamente he descubierto que nadie puede hacerme tanto daño como mis propios pensamientos. Pero nada. No hay manera, Pablo. Sigo esclava de mis reacciones emocionales.
- Te felicito, Verónica.
- ¿A mí? ¿Por qué?
- Por ser tan humilde.
- ¿Pero de qué me sirve la humildad si sigo reaccionando?
- Es precisamente lo que te va a permitir trascender tus reacciones. De hecho, que ahora mismo sigas reaccionando frente a la vida no tiene importancia. No es bueno ni malo. Simplemente forma parte del proceso gradual de cambio y crecimiento personal. Piensa que venimos arrastrando muchos años de inconsciencia, reactividad e inercia... Y que la consciencia es como un músculo. Para obtener los resultados que deseamos de forma voluntaria necesitamos hacer uso de una información veraz y entrenar a diario. Es como en cualquier otro aprendizaje. Nadie nace sabiendo. Necesitamos practicar, cometer errores y seguir practicando. Y de forma natural, cada uno a nuestro ritmo, vamos mejorando nuestra competencia en el arte de vivir conscientemente. Con el tiempo, este músculo estará tan desarrollado que ya no nos supondrá tanta dificultad responder ante las circunstancias adversas de la vida de forma proactiva. Así es como va desapareciendo de nuestro día a día la reactividad y todas sus nocivas consecuencias. Además, hemos de tener en cuenta que este aprendizaje no es lineal. Es más bien en espiral. A veces hemos de dar un paso hacia atrás para poder dar dos adelante...


martes, 1 de septiembre de 2015

Definición del ego

Empieza septiembre y por aquí comparto algo que leí...

El ego es como una nube negra que no nos deja ver con claridad y que nos separa de la verdad de lo que somos: nuestra esencia más profunda, cuyo contacto nos proporciona el equilibrio y la felicidad que andamos buscando fuera. Por decirlo de otra manera, el ego es nuestra parte inconsciente, mecánica y reactiva. Y bajo su influencia es como si lleváramos puestas unas gafas que limitan y condicionan todo lo que vemos, distorsionando nuestra manera de interpretar la realidad. Por eso, si no sabemos cómo funciona este mecanismo de supervivencia emocional, solemos vivir tiranizados por nuestro egocentrismo.”



Y por aquí dejo otro de los preliminares de la maestría de Reiki Shin Do: Vive siempre aquí y ahora con tu mente libre y con tu cuerpo libre.