Estoy
loco, para qué lo voy a negar. Mejor empezar diciendo que estoy loco
y así no me llevo ninguna sorpresa al acabar. O puede que no lo esté
tanto pero no me importa decir que estoy loco. La cuestión es que a
veces he experimentado cosas que se escapan de lo racional, que no se
pueden explicar con palabras. Ponerle palabras sería de locos. Loco
o no loco,
esa creo que no es la cuestión. La cuestión es que me encanta todo
lo que estoy viviendo, me apasiona todo lo que estoy experimentando.
He
venido a este mundo para ser feliz,
cada vez lo tengo más claro, y si para eso tengo que poner un punto
de locura en lo que hago, pues lo hago. ¿Qué más da si estoy loco
o cuerdo? ¿Qué más da si piensan que estoy loco? Estoy viviendo,
con locura o sin ella, esta aparente realidad que se muestra ante mis
ojos...
Sería
de locos pensar que yo estaba allí, haciendo la excursión del
Parque Nacional de los Glaciares. Pues una parte de mí creo que
estaba allí, junto a ese corazón con patas. ¡Qué más da si estoy
loco!
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