Me levanto por las mañanas, pongo unos anuncios por internet, preparo el desayuno y así, cargado de energía, salgo de casa. Unas veces para ir a pilates, que ya que estoy de vacaciones he cambiado las horas por la mañana, y otras para hacer lo que me apetezca, como aceptar la invitación de ir a jugar con mis amigos los ingleses al apalabrados. Se trata de hacer cosas que normalmente no puedas hacer porque estás trabajando, como hoy, que en cuanto me prepare saldré a dar un largo paseo por la playa, a menos que de aquí a allá surja algo que me apetezca más. Soy libre, libre como el viento, y así trato de moverme. Y mientras aprovecho el tiempo libre tampoco estoy huyendo de la rutina, porque la rutina que tengo no me estresa ni bloquea, así que durante mis vacaciones sigo con lo que últimamente me ocupa, como la actividad del mes de junio con el Grupo VIVE, un taller de risoterapia e inteligencia emocional que tendrá lugar mañana viernes en la Casa de la Cultura de Yaiza de 18:00 a 20:00 horas, y ayer también fui a meditar, porque meditar quiero que forme parte de mi rutina diaria, una rutina elegida a conciencia...
Aprovecho para decir que sólo quedan 3 plazas para el taller de risoterapia, así que todos aquellos que estén interesados sólo tendrían que llamar y, mientras dentro de un rato esté paseando por la playa, lanzaré una pregunta al aire: ¿Qué puedo aportar al mundo?
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