La mañana del
domingo amanecí con una tristeza que embriagaba mi cuerpo, pero eso
no impidió que hiciera lo que tenía ganas de hacer...
Me puse manos a la
obra y preparé la mochila con dos bocadillos de tortilla recién
hecha, me duché y vestí, agarré el protector solar y salí por la
puerta de mi casa dispuesto a coger el coche para descubrir rincones
nunca explorados hasta entonces...
...y los descubrí,
pasé por carreteras por las que nunca había transitado y mis ojos
pudieron ver paisajes que jamás habían divisado, paisajes que me
devolvieron la paz de la que horas atrás me había desconectado.
Lo
que tenga que ser será, soltar lo falso y coger aquello que me
conecta con mi verdadera naturaleza, como un árbol de hoja
caduca
que renueva sus hojas con los cambios de estación, hojas que es
necesario que se caigan para que broten con más fuerza. Que
permanezca junto a mí lo que tenga que estar y no lo que a mí me
gustaría que estuviera, soltando el control...
La vida continúa...y
en mi vida está lo que tiene que estar...
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