martes, 29 de octubre de 2019

¿Por qué tanta conexión con un tambor?


¡Qué ambiente en las calles! Los aplausos de la gente no cesaban, los niños sacaban sus manos para poder chocárselas y me hacían volver a ser un niño, el ritmo de las batucadas hacía que mis piernas se aceleraran… ¿Por qué tanta conexión con un tambor? Menos mal que no escuché de fondo el mantra que me haría delirar y conectar más profundamente con la madre tierra que estaba pisando, zancada a zancada, ¡menos mal!, pero el simple hecho de escuchar el sonido de un tambor hace que me desboque y vaya como un tiro a la meta… Corrí más veloz que nunca y disfruté más, no por el tiempo realizado, que también motiva, sino porque antes de empezar me recordé que estaba allí para disfrutar con lo que estoy haciendo, una oportunidad para hacer turismo mientras corría por las preciosas calles de la ciudad, me deleité con la belleza de sus edificios... ¡Gracias Valencia!



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