Miradas que desnudan, zambullirse en el agua para ahogar el deseo de tocarse, echar de menos el tacto, una
caricia, un abrazo… Sentir
que la vida se acaba y querer hacer lo que no has podido hacer antes por temor
a la muerte. El suave aleteo de una mariposa sobre la nieve blanca clama al
cielo vivir, vivir en libertad… Un beso, arrebatarle centímetros a la distancia
impuesta para aproximar sus bocas y arriesgarse a experimentar sin miedo a
nada, quien no arriesga no gana, en el amor siempre se gana, el amor sana… Manos
que se juntan a través de un cristal, despedidas que duelen tanto y que hacen derramar lágrimas capaces de expresar sin palabras, dejar marchar aquello que amas, miles de luces iluminaron la sala… Y allí, sentado en la butaca, los murmullos de la
gente me llevaron a ser nuevamente un adolescente. Agradezco la vida que tengo,
la abrazo fuertemente y me cobijo en su regazo, siempre...
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