Esos recuerdos que te alimentan, juego con mis manos y revivo la
entrega de aquel momento, me acaricio, deslizo una sobre la otra, acurruco la
derecha sobre la izquierda, entrelazo los dedos y aprieto, aprieto fuertemente
hasta que mi corazón se estremece y suelto, suelto y el miedo a no volver a
vivir aquel momento se cuela entre mis pensamientos, pero cierro los ojos y
agradezco, agradezco haber disfrutado de esa experiencia tan intensa, aunque ya
no lo vea, aunque desaparezca, pero dejó su huella impregnada en mi corazón,
que late con una emoción que no recordaba o tal vez nunca sentí nada igual…
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