Y cuando vi la escultura, sonreí… Desmontar la casa, empezar de
cero, es mejor eso que remendar viejas heridas y ocultar con tiritas las causas
de nuestro sufrimiento. Volcar tus cimientos, romper las viejas paredes que
aprisionaban tu alma privándote de libertad, airear… ¿Por qué aferrarnos a una
antigua versión que se conforma con aliviar el dolor y sobrevivir en lugar de
darnos la oportunidad de sanar de verdad?
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