Recostarse en un flotador gigante y dejarse llevar por la corriente,
desistir la tentación de ir a contracorriente... Cerrar los ojos y descansar,
renovar fuerzas… Se acabaron las luchas, promételo, no puedes controlar lo que
está pasando aunque sí estar en paz con lo que está pasando. Tanto si piensas
que no puedes como si piensas que puedes, estás en lo cierto, las
creencias determinan lo que va sucediendo… Entonces elige lo primero, decide
creer que puedes hacerlo, aférrate a la vida pero sin presentar batalla, sin
querer guerrear, con el único propósito de vivir en paz… Ríndete a la vida,
ella sabrá…
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