Después de seis aviones y miles de kilómetros recorridos, después de
volver las horas del revés y dormir cuando aquí despertaban, después de vivir
grandes aventuras, toparme con nutrias, focas, osos, mofetas, divisar las
orcas, después de cruzar puentes suspendidos en el aire y bañarme en aguas del
pacífico, después de conocer a mucha gente, después de darlo todo y recoger lo
sembrado, alimento para mi cuerpo y mi alma, después de todo eso y mucho más regreso
a casa con ganas de seguir viviendo intensamente todo lo que acontece. La
llegada no merma la intensidad ni la dicha por la incertidumbre de lo que está
por llegar, porque lo que está por venir será brutal…
Cual guionista y director
de mi propia película diseño un giro cargado de vida, un episodio nuevo, un
anhelo, tramas repletas de sorpresas que barajen nuevas experiencias,
una motivación inesperada… Y al protagonista le deseo que pase lo que pase,
suceda lo que suceda, confíe siempre en su capacidad de escuchar su corazón y
elegir con coherencia… Esa será siempre la clave de su éxito…