En mis últimas salidas siempre he repetido el mismo ritual: cuando el avión está cogiendo velocidad para despegar, cierro los ojos y me digo internamente que el que regrese a Lanzarote sea diferente del que se va, que estoy abierto a todas las experiencias que el nuevo viaje me pueda aportar...
Y también me han enseñado que cuando tome decisiones escuche a mi corazón; si se contrae, no es la decisión acertada, si siento paz y se expande, es lo que debo hacer... Y por eso he decidido parar, tomarme unas vacaciones indefinidas pero con la intención de regresar, eso es lo que quiero plasmar con mis palabras, aunque la vida es la única que sabe lo que verdaderamente pasará...
Y me despido con algo que desde siempre he querido hacer, pues con las letras que forman la palabra "cáncer" se puede crear una palabra tan esperanzadora como "renacer". Lindo final...
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