Lo confieso, no soy libre del todo, me he dado cuenta de que me preocupa demasiado cómo se puedan sentir los demás si expreso lo que siento, como si un hilo de culpabilidad me amarrara y no me dejara volar. ¿Acaso los pájaros se sienten culpables porque pueden volar más alto que las gallinas? ¿Acaso los delfines se sienten mal porque pueden ir más rápido que las tortugas? La culpabilidad no es natural, es solo algo que sienten los humanos para anclarse a un sufrimiento inventado. Entonces, ¿callo o hablo? Hablo, el miedo hay que atravesarlo haciendo justo lo contrario. Hablo, me siento frente al otro y hablo, me vacío de honestidad, y no lo veo como un enemigo sino como un amigo al que ayudar, una parte de mí que también necesita sanar, se cierran historias o se deja la puerta abierta para continuar... Empiezo a cortar el hilo que me separa de la libertad total siendo humilde y reconociendo mis miserias, ese siempre es el primer paso...
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