Los
humanos sólo estamos utilizando un 10% de la capacidad cerebral.
¿Hasta dónde llegaríamos si pudiéramos emplear el 100% de su
potencial? La última película de Scarlett Johansson y Morgan
Freeman, Lucy,
trata de resolver esta pregunta. ¿Realidad o ficción? ¿No
tendremos más potencial del que realmente creemos que tenemos? ¿No
podríamos hacer cosas realmente milagrosas? Al fin y al cabo, un
milagro ocurre al desactivar una creencia limitante que nos dice que
es imposible.
¿Cómo pudo hacer eso si es imposible? Porque nadie le dijo que era
imposible. Si se lo llegan a decir antes, seguro que ni lo intenta. Y
empiezo a hablar de milagros y me desvío de la trama de la peli,
pero es que justo hoy hace dos años que salí del hospital con el
diagnóstico en mano. Recuerdo estar en la habitación con los cascos
puestos, bailando sin parar mientras recogía mis pertenencias,
despidiendo un ciclo y entrando en otro totalmente desconocido. Y es
que para mí, estar
vivo es un verdadero milagro...
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