jueves, 7 de agosto de 2014

La señal que esperaba

Lo recuerdo como si fuera ayer. Un tal José Antonio Manchado, que últimamente está siendo el centro de atención de muchas tertulias, iba a organizar por primera vez un evento extraordinario, pues los participantes iban a tener la posibilidad de realizar cosas que, a priori, las verían como imposibles. Serían capaces de romper flechas, cortar maderas, caminar sobre cristales rotos y mucho más...

En esos momentos yo estaba centrado en mi reto. Asistía regularmente a mis sesiones de reiki y hacía poco que había probado lo de la meditación por recomendación también de algunas personas. Tenía dudas sobre si apuntarme o no al evento, así que lo dejé en manos del destino, como quien dice. Después de pensarlo llegué a la siguiente conclusión: no voy a ir al evento, a menos que José Antonio me lo recomiende personalmente. Pues bueno, fue salir del trabajo y justo antes de llegar al coche que lo tenía en el parking recibo un mensaje del tal José Antonio: Ibán, sería interesante que asistieras al evento para reforzar tu actitud. Simplemente sonreí y pensé: no querías una señal, pues toma señal...

Y sólo puedo decir gracias porque ese evento significó mucho para mí. Fue un antes y un después. Es como si antes del evento estuviera bien equipado nadando a remo, pero después del evento tenía un motor de propulsión cargado de combustible directo a la meta. Gracias, José Antonio...

Y este domingo habrá un evento de similares características en la Pirámide de Costa Teguise. Mucho ánimo a todos aquellos que quieran superar barreras porque lo conseguirán, vaya si lo conseguirán. Abrirás una ventana hacia lo ilimitado...


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