Pies pilates
y presionamos los pedales, activando la zona abdominal para que el
trabajo esté bien hecho y se noten los resultados, una serie lenta y
otra más rápida. Ahora cambio y hacemos triceps. Cambio y nos
ponemos boca arriba con las piernas pedaleando, hacia adelante y
hacia atrás. Cambio y volvemos a los triceps, pero ahora con una de
las piernas levantadas. Cambio otra vez y nos subimos al pedal para
elevarnos sin doblar las piernas. Ahora cogemos pesas y nos ponemos a
trabajar la zona de los biceps. Cambio otra vez, y otra vez, y otra
vez... Así durante unos 50 minutos...
Y mientras los
ejercicios cambian estoy frente al espejo y caigo en la cuenta de que
yo sólo puedo ver mi cabeza cuando me miro al espejo. Puedo verme
las manos, los pies, el ombligo y muchas otras partes del cuerpo,
pero no la cabeza. Estoy sin cabeza, o la estoy perdiendo por el
ritmo extenuante de los ejercicios. Mi cabeza la ven más los demás
que yo mismo. Es curioso...
Pero dejo de pensar
en mi cabeza y sigo con los ejercicios. Cambio y hacemos una serie de
abdominales. Cambio y nos dejamos caer hacia atrás con la espalda
totalmente recta. Cambio y a otra cosa...hasta que el instructor dice
que ya está bien por hoy...
Ibán, te veo hoy
más ligero, me dijo el instructor. Es que vengo con las pilas
puestas porque si lo hago lento no acabo, le contesté. Un poco de
ejercicio a la semana nunca viene mal...
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