Ibán y los 7

Se trata de un juego, Ibán y los 7, meterme en una espiral de confianza y dibujar a siete seres no parecidos a mí, sino exactamente iguales a mí. A cada uno de ellos le concederé una función y juntos cooperaremos para alcanzar un objetivo en común: mi sanación. A ti te otorgo la función de reconciliarme con las memorias del pasado practicando el perdón; a ti proyectar un rayo de luz para que se vaya desenredando el ovillo de mis miedos más profundos; tú ponte a respirar conmigo, si respiro estoy vivo, enséñame a oxigenar bien mi cuerpo; a ti te pido que afines bien el oído para que escuches lo que mi corazón trata de aconsejarme en cada momento; contigo me pondré a hacer teatro, así me ayudas a recordar que no me crea nada pues, al fin y al cabo, todo es un sueño; a ti te voy a encomendar algo muy especial: recuérdame que viva siempre con la inocencia de un niño…. ¿Me falta uno? Anda, es verdad, pues tu función será limpiarme la casa y hacerme de comer mientras yo me dedico a jugar, porque estamos aquí para jugar…