jueves, 30 de julio de 2020

¡Ay qué bien que me salen las cosas!

Un círculo, me meto dentro, empiezo a tocar las palmas, bailar y decir a viva voz: ¡Ay qué bien que me salen las cosas! Mientras, los que me rodean, gritan a la vez: ¡Ay qué bien que te están saliendo! Con cada repetición el sonido va subiendo, la buena vibra se eleva hasta el cielo y me reafirmo en la sensación de que todo va a salir estupendamente bien… El objetivo, lo tengo claro, disfrutar como un auténtico niño… ¡Solo faltan 2 días! Y grito, una vez más grito: ¡Ay qué bien que me salen las cosas!




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