Acabo de tener esta
conversación con alguien que me encontré y más o menos se resume
así...
Yo: Hola, ayer ví a
tu amigo.
Él: Bueno, amigo
no, más bien conocido. Amigo significa algo más.
Yo: Sí, pero yo
sentía que él era tu amigo de verdad, por la afinidad y conexión
que tienen cuando están juntos.
Él: Sí, sí, nos
llevamos bien y de hace años, pero para que sea tu amigo tiene que
pasarte algo grave y ver si esa persona te responde.
Yo: A ver, pero
tampoco tiene que pasarte nada grave para sentir que es tu amigo.
Él: Sí, porque a
lo mejor no te responde como debería de responder.
Yo: Bueno, yo tengo
la experiencia de pasarme algo grave y sentir que tenía amigos de
verdad y esos amigos respondieron como tal. Creo que eso es vivir con
desconfianza.
Bueno, lo de la
desconfianza lo omití, por lo sorprendido que estaba con la
conversación, y porque tampoco era nadie para hacerle cambiar de
opinión. Si esa persona prefiere vivir con ese miedo a que sus
amigos lo “traicionen” y por eso no los considera como tal, pues
es su experiencia y bienvenida será...
Y hoy quedo con una
amiga porque tengo algo maravilloso que contarle. Siento que vamos a
sanar ambos...
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