El miércoles pasado
hice una meditación que consistía en observar tus pensamientos.
Cada vez que te venía algo a la cabeza tenías que hacerte la
pregunta “¿Cuál será mi próximo pensamiento?”. Al principio
te venían pensamientos de forma masiva, pero el ritmo decrecía poco
a poco y llegó un momento en el que me imaginé sentado en un sillón
viendo la televisión en la que se proyectaban mis pensamientos,
pero sin prestarles atención...
Mi personaje es
lo que creo que soy, y lo que creo que soy son mis pensamientos,
que son producto de todas las experiencias vividas, anhelos, gustos,
deseos, etc. Pero en realidad yo no soy eso, yo soy ese ser
interior que observa todos esos pensamientos sin juzgarlos, lo
que soy es aquel espectador que no se inmuta ante los pensamientos.
Tanto ese espectador
como los pensamientos viven juntos en el mismo cuerpo y deben
convivir, por lo que habrá que estar despierto para que los
pensamientos no dominen nuestra vida, sino que sea ese espectador el
que decida qué camino escoger en cada momento...
...y así seguirás
conviviendo hasta que logres separarte totalmente de tus pensamientos
y entiendas, algún día, que todo esto es un sueño...
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