Ayer fue un día de meditación, pero no un día cualquiera, pues mis compañeros me tenían guardada una sorpresa, una sorpresa maravillosa...
Juntos brindamos, juntos reímos y juntos también lloramos. Ayer celebramos mi triunfo, pero mi triunfo es nuestro triunfo, porque así lo he sentido. Todos ustedes me han llevado a superar mi reto y eso es algo que, sencillamente, no olvidaré jamás; todos y cada uno de ustedes se han alojado en mi corazón...
Anoche, antes de acostarme, leí todos los mensajes de cariño recibidos. Que alguien me haya dedicado las palabras "hasta el infinito y más allá", sabiendo lo que esa frase significa para esa persona, no tiene precio. Gracias Manoli, gracias a todos. GRACIAS, GRACIAS, GRACIAS.
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