Ya tengo fecha y hora para la prueba médica, será mañana a las 11:30.
Me siento como en mi época de estudiante, ayer me costó dormir y esta mañana me desperté muy pronto, una hora antes. No tengo miedo, más bien nervios, porque se acerca la hora del examen que estaba esperando, llega el examen que he estado preparando todos estos meses, así que tengo ganas de plasmar en el papel en blanco todo lo que he aprendido y sentido a lo largo de todo este proceso...
Y el resultado, que llegará más tarde, que sea el que tenga que ser. Me gusta aferrarme a la frase que últimamente me acompaña y, cada vez que la digo, siento mucha paz y mi respiración se profundiza: AL FINAL TODO VA A SALIR BIEN Y, SI NO HA SALIDO BIEN, ES QUE TODAVÍA NO ES EL FINAL. Pase lo que pase, suceda lo que suceda, espero seguir viviendo y tener ganas de vivir.
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