Ayer, día de fiesta, celebrando el día del trabajador; hoy, día de trabajo, celebrando que la vida es una bendición y tengo ganas de seguir adelante...
Ayer hice muchas cosas, entre ellas ir al cine. La película elegida fue AMOR, de Michael Haneke...
La crítica avisa de que es una película bastante dura, que "provoca un aluvión de emociones que acompaña al espectador durante largo tiempo una vez abandona la sala". Y realmente así está siendo, porque no paro de darle vueltas a la película. Si en un principio no pensé en recomendarla, precisamente por eso, por las altas dosis de realismo que pueden embargarte de tristeza, ahora no es que esté haciendo lo contrario, pero sí quiero expresar que la película mueve algo dentro de tí y eso pocas veces se consigue, así que ahí dejo la opción para todos aquellos que se atrevan a verla. Los amantes del cine francés y de las buenas interpretaciones tienen una cita con esta película, que ha arrasado en los Premios del Cine Europeo y también tuvo un papel destacado en la pasada edición de los Oscar, con cinco nominaciones, entre ellas a la mejor actriz con la exquisita Emmanuelle Riva y a la mejor película de habla no inglesa, galardón que acabó llevándose.
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