lunes, 4 de noviembre de 2019

Nunca hubo nada que perdonar


Entonces lo imaginé caminando por la calle y desde mi ventana alongué mi cuerpo y le sonreí sin que se percatara de mi presencia, lo seguí observando... Me di cuenta de que no es que ya lo hubiera perdonado, sino que nunca hubo nada que perdonar, todo fue perfecto…



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