Hace un tiempo me nombraron guardián del territorio y con ganas y
entusiasmo promociono la WineRun por cualquier rincón que visito… Ayer
fue la carrera y mientras iba corriendo me salió decir que en lugar de guardián
del territorio yo era el guardián de mi territorio…
Me gusta correr, entre otras cosas, porque es una cita a solas con todo
mi sentir y una oportunidad para conectar con la respiración y sentirme
presente, disfrutar del camino y dominar la mente para no permitir que esta te
arrastre a decir que no puedes, cuidar de mi territorio, que es mi cuerpo, el
santuario con el que me muevo, sin reloj, solo escuchando mis sensaciones y el
latir de mi corazón. Se hizo dura, por momentos, pero se disfrutó todo el
tiempo…
Al llegar a la meta salió mi instinto animal comiendo todo lo que pedía
mi cuerpo y mientras saboreaba la comida escuché a alguien decir: se trata
de desaprender todo lo que hemos aprendido hasta el momento. Nada más que
añadir, señoría, qué mejor que acabar el escrito de hoy con esta gran reflexión…
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