A
excepción de uno, que no pudo asistir, ayer quedé con mis
compañeros de universidad. Hubo un momento en que las observé
hablar y de repente me empiezo a reír porque me di cuenta de que,
durante estos cuatro años, nuestras
vidas
habían
cambiado radicalmente. Nada tenía que ver cómo eran
nuestras
vidas
hacía cuatro años y cómo son
ahora, pero allí estábamos los tres, almorzando y compartiendo
experiencias. Más que sobrevivir, habíamos vivido todas esas
experiencias. Sí que han cambiado las cosas...
Y
esta mañana, nada más levantarme, leí
un capítulo del libro “Sea
más feliz que el Dalai Lama”
donde precisamente habla de la
impermanencia...
“Querido
Manchado, aquí ves imágenes de personas que vivían preocupadas con
sus agitaciones, personas que tenían sus anhelos. Han pasado más de
cien años y la pregunta es: ¿dónde han quedado todas esas
inquietudes, angustias, miedos y problemas? ¡Se las ha llevado la
impermanencia, querido amigo! Toma consciencia de esto: todo cambia
constantemente, así que no pierdas el tiempo creyéndote toda esa
trama del ego (conflictos emocionales, conflictos personales,
conflictos mentales, conflictos en las relaciones...). Más allá de
esto, elige siempre vivir en paz (pues eso eres tú: paz, amor,
aceptación plena...), entendiendo que todo es constante cambio.
Asegúrate de que cada día se intensifica tu
aceptación, tu perdón, el no juzgar... Simplemente siente, y
observa todo conscientemente y toma siempre la decisión de seguir
descubriéndote y reconectándote más profundamente con la vida y
con tu ser. Como dicen muchos de mis maestros, “cuando la muerte te
encuentre, que te coja lleno de vida”.
Besos. ¿Quién es la de la foto? Que con las gafas no la reconozco.
ResponderEliminarBesos. ¿Quién es la de la foto? Que con las gafas no la reconozco.
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