En cuestión de
minutos, qué digo minutos, creo que fueron segundos, un lindo
cachorrito encontró un nuevo dueño y todo gracias a las nuevas
tecnologías...
Alguien compartió
en un grupo la foto de un perrito al que acababan de abandonar en
medio de la carretera y pedía que pasáramos la información para
encontrarle un nuevo hogar. La información se empezó a propagar tan
rápido que pronto alguien se interesó por él. No me dio ni tiempo
de reaccionar, ni de pensar en alguien que estuviera buscando un
perro, el animal ya había sido adoptado y un nuevo hogar lo estaba
esperando. Todo fue muy rápido y eso es lo bueno de las nuevas
tecnologías. Mirando el whatsapp leyendo la grata noticia, no
podía dejar de sonreír...
Y ayer volví a
meditación y durante unos minutos, qué digo minutos, parecía una
eternidad, me quedé sin pensamientos y no podía dejar de sonreír...
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