El sábado fui al concierto de Ámanai (El Jardín de la Felicidad) y me identifiqué con la coach del programa La Voz, Rosario Flores, cuando al valorar a Brequette, una de las participantes del concurso, decía de ella que se quedaba embobada cada vez que salía al escenario, porque cantaba con su pelo, sus ojos, sus manos, su piel...que toda ella era artista y que, cuando salía al escenario, no había nada que la distrajera, que sólo estaba pendiente de ella...
Pues a mí me pasó lo mismo el sábado cuando ví actuar a Beni Ferrer, una artista de Lanzarote...
...pero no sólo el sábado, sino que me pasa prácticamente siempre. Es salir ella al escenario y olvidarme de todo mi alrededor; es salir ella al escenario y crear una burbuja que logra que centre toda mi atención en su actuación; es salir ella al escenario y tener la convicción de que voy a disfrutar con cada cosa que hace....y eso es muy difícil de conseguir, y por eso, desde aquí, quiero agradecerle todas las veces que me ha hecho disfrutar con su voz.
Una imagen vale más que mil palabras, pero en esta ocasión quiero ofrecerles algo más que una imagen, así que comparto con ustedes una de sus muchas actuaciones...
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