Nos enfocamos en vivir mucho, pero no tanto en vivir bien, cuando lo único que está de nuestra mano es vivir bien, pero no vivir mucho...
¿Y qué es vivir bien? Preguntas que me hacen sonreír...
No sé nada...
Nos enfocamos en vivir mucho, pero no tanto en vivir bien, cuando lo único que está de nuestra mano es vivir bien, pero no vivir mucho...
¿Y qué es vivir bien? Preguntas que me hacen sonreír...
La mayoría de nosotros queremos resultados rápidos, pero postergamos las acciones que debemos realizar para alcanzarlos... ¿Un consejo? Sé impaciente con las acciones, pero paciente con los resultados, que todo fruto lleva su tiempo de maduración...
Y mira que estoy aprendiendo mucho desde que lo observo, pero no deja de sorprenderme la de recursos que emplea para intentar encharcarme en el conflicto, la astucia que maneja para socavar mi paz interna, zorro, perro viejo, argucias miles para provocarme miedos… Por suerte, no siempre, soy capaz de detectarlo, tomar distancia, respirar hondo y preguntarme: ¿es verdad lo que me está contando? Así es el ego, buscar donde no hay, enredar por enredar, pero qué maravilloso es cuando te das cuenta de sus mentiras y no entras en su juego…
Darme un tiempo y recogerme en el silencio, así he estado, en barbecho, tratando de conectar la mente con el cuerpo... A veces es necesario parar, romper con tus rutinas y descansar...
Pensar y sentir lo que necesito, sin juzgar si lo que necesito está bien o mal, para después expresarlo de la mejor forma posible, sin imposiciones ni exigencias... Si tú no expresas lo que necesitas será muy difícil que lo adivinen los demás... Aun así, puede que incluso expresándolo no recibas lo que deseas, hay cosas que no dependen de ti, pero por lo menos lo has dicho y probablemente te quedes más en paz... Y esta respuesta me salió un rato después de que me preguntaran: ¿Y tú cómo lo haces?
¿Y qué sería de mí sin...? Sigo con estas preguntas que me ayudan a reflexionar... ¿Y qué sería de mí sin la muerte? ¿Cómo apreciaría si no lo que es la vida? Sin ella no valoraría lo afortunado que soy por despertarme cada día, sin ella no recordaría lo efímera que puede ser la vida y me pone las pilas para no desaprovechar el tiempo y exprimirla, hasta la última gota...
¿Y qué sería de mí sin las caídas? ¿Cómo experimentaría si no levantarme con más fuerza? ¿Qué sería de mí sin mis miedos? ¿Cómo demostraría si no mi valentía? ¿Qué sería de mí sin la tristeza? ¿Cómo conseguiría si no diferenciar los momentos de alegría y disfrutarlos al máximo? ¿Qué sería de mí sin el conflicto? ¿Cómo motivarme si no a transitar el camino para encontrar de nuevo la paz? ¿Y qué sería de mí…?