Y si volviera a revivir lo que pasó ocho años atrás, se me eriza la piel de la emoción… Miedo, pero también alegría, pánico por exponerme ante la gente y ser objeto de críticas, pero convencido de que debía hacerlo, vértigo por no saber ni poder controlar lo que podría pasar después del evento, pero con ganas de lanzarme al abismo y confiar en la vida…
Ese 18 de noviembre de 2016 entré por el pasillo de un teatro abarrotado de gente con la ansiedad abrazando mi pecho, pero agarrado de la mano de alguien que me dio cobijo, serenidad, compañía… Di un salto como el de la portada del libro para soltar la tensión y comencé a compartir mi experiencia de vida… Y el resto, ya es historia…
Ocho años después de la presentación de CUANDO ABRACÉ LA VIDA puedo decir que lo volvería a hacer, que no me arrepiento de nada, que lo que di lo he recibido multiplicado por mil, tremendamente agradecido, decenas de ciudades en las que he dejado una huella de esperanza porque mi objetivo siempre ha sido transmitir esperanza… Y sigo con el foco puesto en que si hay una sola persona a la que le puede ayudar lo que cuento y expreso, habrá merecido la alegría…