sábado, 23 de enero de 2021

Un momento así tenía que llegar... (Día 5 de Cuarentena)

El llanto libera, la risa agranda el alma... Y la risa llegó para equilibrar la balanza... Recordar, una vez más, que me encuentro fenomenal... 




Un momento así tenía que llegar... (Día 5 de Cuarentena)

Ayer me acordé de la película Sexo en Nueva York, cuando la protagonista está sumida en una profunda tristeza tras una ruptura sentimental, no tiene ganas de nada sino de dormir y piensa que nunca más volverá a sonreír. Entonces hubo una escena en la que las risas aparecieron de repente, de forma espontánea y sincera, y la volvió a conectar con la alegría, aunque fuera de forma fugaz… Me acordé de esa escena y me dije que tal vez, a nosotros, también nos podría ocurrir, que la risa hiciera acto de presencia y se colara entre nosotros sin más…


Pues ayer ocurrió. Abrí la ventana, disfruté de los rayos de sol que se colaban por ella y les dije a mi hermana y sobrino: ¡qué maravilla!, que me miraron durante unos segundos para acto seguido volver a centrarse en la televisión. A continuación, me agaché para comprobar qué tal iba el flan que se estaba cocinando en el horno y mi hermana volvió a mirar hacia mí, pero como no me vio porque estaba agachado, por un momento pensó que me había caído por el hueco de la ventana. ¿Tan mal me ves como para lanzarme y acabar con mi vida? Y nos reímos, la situación nos hizo reír y seguimos pensando que esta experiencia es de alto voltaje y definición… No, no me tiré por la ventana. Aunque reconozco que he tenido pensamientos suicidas, sigo con vida y con ganas de experimentar esto que me está tocando vivir… 

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