Y llegó un día en el que alcancé mi umbral de desesperación y me permití llorar… ¿Qué me ayudó? Expresar, liberar mis emociones sin sentir vergüenza y pedir perdón… Aunque no había hecho nada malo, sentía la necesidad de comunicar mi tristeza y ser perdonado… ¡Qué sensación de paz cuando sacas todo pa’ afuera! Quisiera añadir una cosa más: vivir esta experiencia ha sido una confirmación de que la familia en la que me ha tocado nacer y crecer está afianzada en el respeto, amor y libertad… ¡GRACIAS! Esta nueva realidad también la he creado yo y me gustaría seguir cultivándola…
Me siento mal (Día 4 de Cuarentena)
Me siento mal, un dolor tan grande que a veces siento insoportable… Y por fin estallé en llanto y pedí perdón a mi madre, por haber provocado esto… Y las lágrimas me alivian, las palabras de consuelo me alivian, pero la tristeza es infinita y yo no sé si voy a soportarlo… Por momentos pierdo la ilusión por vivir y me asusta, muevo la cabeza de un lado a otro para intentar desaparecer esa idea absurda… Quiero vivir, pero no sé si sabré vivir. Ahora mismo me siento perdido, deambulando por un barrio oscuro, sin rumbo…
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