Hoy, después de mi cuarentena y unos días más de vacaciones, he vuelto al trabajo y me está encantando observar la reacción de la gente al reencontrarme con ellos... La alegría y naturalidad de unos, que contrasta con la prudencia de otros por miedo a que les pueda contagiar... ¡Qué maravilloso es contemplar ese abanico tan amplio! Y por aquí sigo compartiendo los últimos retales que escribí durante mi encierro, ¡cuánto aprendí!
Sentido común (Día 7 de Cuarentena)
Capacidad para juzgar razonablemente las situaciones de la vida cotidiana y decidir con acierto, esa es la definición de sentido común. A ojos de algunos no he tenido sentido común, he fallado en mi elección o, lo que es lo mismo, no he decidido con acierto, pero ¿qué se supone que tenía que haber hecho? Los guardianes de la moral custodian el territorio y juzgan nuestros actos cual Dioses superiores por encima del resto de la humanidad. Haciendo reflexión crítica tal vez cometí una imprudencia, la reconozco y la apunto para no volver a cometerla y darle un sentido a la experiencia, que es aprender de ella, pero hasta aquí, no más, no merezco ni me corresponde cargar con nada más… Mi sentido no es común, es mío y de nadie más…
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