viernes, 29 de enero de 2021

El que espera, desespera (Día 9 de Cuarentena)

Y por aquí comparto las sensaciones de mi último día de Cuarentena. Fueron un total de doce días, aunque empecé a escribir a partir del tercero. ¡Madre mía! Desde que salí, me siento distinto y eso me encanta...

El que espera, desespera (Día 9 de Cuarentena)

Una llamada, eso es lo que estamos esperando, una llamada, una llamada que me puede otorgar el pasaporte para volver a salir de casa, una llamada que simboliza el comenzar de nuevo, con tus nuevos cimientos, porque desde luego son distintos a como inicié este proceso, no sé de qué forma ni manera, pero me siento cambiado, diferente… Y el que espera, desespera, por eso es importante cultivar la paciencia… Y mientras espero lanzo un deseo, un deseo que vaya en beneficio de todos los seres que me rodean...




miércoles, 27 de enero de 2021

He perdido el norte (Día 8 de Cuarentena)

La buena compañía, la que te invita a hacer locuras, la que te hace reír y disfrutar de la experiencia a pesar de las circunstancias... ¡Qué gracia me hizo el reto de la apnea en una palangana!

He perdido el norte (Día 8 de Cuarentena)

Hundí la cabeza en un cubo lleno de agua e intenté aguantar la respiración, aunque la incómoda posición hizo que saliera a la superficie más pronto de lo esperado, pero lo que me reí… lo que me reí no tuvo precio… Y más cuando mi hermana me mira sonriendo afirmando que he perdido la cabeza… Así que por momentos parece que he perdido el norte, pero esta experiencia, más que para perder la cabeza, es para encauzar la mente hacia la compasión y amor hacia uno mismo, el mejor anclaje para salir fortalecido y seguir adelante…





martes, 26 de enero de 2021

Sentido común (Día 7 de Cuarentena)

Hoy, después de mi cuarentena y unos días más de vacaciones, he vuelto al trabajo y me está encantando observar la reacción de la gente al reencontrarme con ellos... La alegría y naturalidad de unos, que contrasta con la prudencia de otros por miedo a que les pueda contagiar... ¡Qué maravilloso es contemplar ese abanico tan amplio! Y por aquí sigo compartiendo los últimos retales que escribí durante mi encierro, ¡cuánto aprendí!

Sentido común (Día 7 de Cuarentena)

Capacidad para juzgar razonablemente las situaciones de la vida cotidiana y decidir con acierto, esa es la definición de sentido común. A ojos de algunos no he tenido sentido común, he fallado en mi elección o, lo que es lo mismo, no he decidido con acierto, pero ¿qué se supone que tenía que haber hecho? Los guardianes de la moral custodian el territorio y juzgan nuestros actos cual Dioses superiores por encima del resto de la humanidad. Haciendo reflexión crítica tal vez cometí una imprudencia, la reconozco y la apunto para no volver a cometerla y darle un sentido a la experiencia, que es aprender de ella, pero hasta aquí, no más, no merezco ni me corresponde cargar con nada más… Mi sentido no es común, es mío y de nadie más…




lunes, 25 de enero de 2021

Si es pa' mí, ni quitándome... (Día 6 de Cuarentena)

Y durante la cuarentena llegó una frase a mis oídos que me encantó...

Si es pa' mí, ni quitándome... (Día 6 de Cuarentena)

Una verdad como un templo: si es pa’ mí, ni quitándome, y si no es pa’ mí, ni poniéndome. Por eso sé que tengo que pasar por este trance… Dios aprieta, pero no ahoga, confío en ello, a veces los dichos esconden mucha sabiduría. Un día más, que se traduce en un día menos para volver a empezar…





sábado, 23 de enero de 2021

Un momento así tenía que llegar... (Día 5 de Cuarentena)

El llanto libera, la risa agranda el alma... Y la risa llegó para equilibrar la balanza... Recordar, una vez más, que me encuentro fenomenal... 




Un momento así tenía que llegar... (Día 5 de Cuarentena)

Ayer me acordé de la película Sexo en Nueva York, cuando la protagonista está sumida en una profunda tristeza tras una ruptura sentimental, no tiene ganas de nada sino de dormir y piensa que nunca más volverá a sonreír. Entonces hubo una escena en la que las risas aparecieron de repente, de forma espontánea y sincera, y la volvió a conectar con la alegría, aunque fuera de forma fugaz… Me acordé de esa escena y me dije que tal vez, a nosotros, también nos podría ocurrir, que la risa hiciera acto de presencia y se colara entre nosotros sin más…


Pues ayer ocurrió. Abrí la ventana, disfruté de los rayos de sol que se colaban por ella y les dije a mi hermana y sobrino: ¡qué maravilla!, que me miraron durante unos segundos para acto seguido volver a centrarse en la televisión. A continuación, me agaché para comprobar qué tal iba el flan que se estaba cocinando en el horno y mi hermana volvió a mirar hacia mí, pero como no me vio porque estaba agachado, por un momento pensó que me había caído por el hueco de la ventana. ¿Tan mal me ves como para lanzarme y acabar con mi vida? Y nos reímos, la situación nos hizo reír y seguimos pensando que esta experiencia es de alto voltaje y definición… No, no me tiré por la ventana. Aunque reconozco que he tenido pensamientos suicidas, sigo con vida y con ganas de experimentar esto que me está tocando vivir… 

viernes, 22 de enero de 2021

Me siento mal (Día 4 de Cuarentena)

Y llegó un día en el que alcancé mi umbral de desesperación y me permití llorar… ¿Qué me ayudó? Expresar, liberar mis emociones sin sentir vergüenza y pedir perdón… Aunque no había hecho nada malo, sentía la necesidad de comunicar mi tristeza y ser perdonado… ¡Qué sensación de paz cuando sacas todo pa’ afuera! Quisiera añadir una cosa más: vivir esta experiencia ha sido una confirmación de que la familia en la que me ha tocado nacer y crecer está afianzada en el respeto, amor y libertad… ¡GRACIAS! Esta nueva realidad también la he creado yo y me gustaría seguir cultivándola…




Me siento mal (Día 4 de Cuarentena)

Me siento mal, un dolor tan grande que a veces siento insoportable… Y por fin estallé en llanto y pedí perdón a mi madre, por haber provocado esto… Y las lágrimas me alivian, las palabras de consuelo me alivian, pero la tristeza es infinita y yo no sé si voy a soportarlo… Por momentos pierdo la ilusión por vivir y me asusta, muevo la cabeza de un lado a otro para intentar desaparecer esa idea absurda… Quiero vivir, pero no sé si sabré vivir. Ahora mismo me siento perdido, deambulando por un barrio oscuro, sin rumbo…




jueves, 21 de enero de 2021

Las muñecas rusas (Día 3 de Cuarentena)

La sensación de que estoy viviendo más pausado, más presente, dando las gracias por todo lo que acontece... Y por aquí sigo compartiendo los escritos que elaboré durante mi cuarentena...

Las muñecas rusas (Día 3 de Cuarentena)

Lo peor, o lo mejor, es que no puedes decidir nada, ni siquiera el papel con el que lo envuelven. Un regalo, que no pedí, pero toca abrirlo y descubrir de qué se trata, aunque de primeras no vas a saber todo lo que se esconde tras él. Se trata de abrirlo poco a poco, capa a capa, como las muñecas rusas. Tal vez es lo que necesito, centrarme en cada día y no anticiparme a los días que están por venir. ¿Qué estoy aprendiendo? ¿Hacia dónde me va a llevar esta nueva experiencia?




miércoles, 20 de enero de 2021

¿Culpa? (Día 2 de Cuarentena)

Liberar la culpa, eso fue lo más complicado, pero si quería librarme de ella tenía que saber qué significa exactamente la culpa, por eso la busqué en el diccionario...




¿Culpa? (Día 2 de Cuarentena)

Ante un sentimiento así, quise buscarlo en el diccionario a ver qué significaba: falta o delito que comete una persona de forma voluntaria... ¿Culpa? No, no soy culpable de nada, no hice nada de forma voluntaria. Sigo mirando por mi espejo retrovisor y reviso cualquier cavidad o rincón interior para liberarme de esa culpabilidad inventada. Soy inocente, no he hecho nada, al menos nada de forma voluntaria…

Abrazo a mi YO real, que nada tiene que ver con el YO ideal. El YO ideal es el ejemplar, el de las normas, el que trata de leerme la cartilla, pero yo soy el real, el que hace las cosas según las sienta y no debe mortificarse por nada porque su valor fundamental es hacer el bien, para él mismo y para los demás. Ibán, mi Ibán real, ese que muchos llaman corazón con patas, quítate esa culpa porque tú no hiciste nada, al menos nada de forma voluntaria…


martes, 19 de enero de 2021

Limpiar (Día 1 de Cuarentena)

Aclarar, en primer lugar, que me encuentro fenomenal. Lo que estoy compartiendo ahora son escritos que hice durante mi cuarentena y que me ayudaron a aprender y seguir sanando, porque mientras sigamos vivos, estamos sanando. El primer aprendizaje fue darme cuenta de que los juicios externos procedían de mí y, por tanto, donde debía hacer limpieza era dentro de mí...

Limpiar (Día 1 de Cuarentena)

Abrí la ventana y sentí que me apuntaban con un cañón en la frente, palabras hirientes que no hacían sino alimentar mi angustia. Cerré la ventana y me protegí de las amenazas. ¿Qué está pasando ahí fuera? El mundo se ha vuelto contra mí...

Un momento, el mundo es un reflejo de lo que ocurre en mi mente, esa frase tantas veces repetida por mí apareció de repente... Entonces, llegó la comprensión. Esos comentarios que profería la gente y que no me hacían bien los estaba creando yo. El mundo, a través de esos personajes, me está recordando lo que yo estoy proyectando. La solución no es abrir la ventana y disparar a diestro y siniestro para dejar despejado el ambiente, la solución está en barrer las toxinas de mi terrorista interno. Hasta que no renueve mi mente, no cambiará el mundo externo…




lunes, 18 de enero de 2021

Lo que no te mata, te hará más fuerte

Abre el regalo, me dijeron, abre el regalo y no te resistas a ello, y es que a veces te llegan regalos que no pides, pero tienes que hacerle frente. Lo que no te mata, te hará más fuerte. Y con esa premisa abrí mi regalo de Reyes Magos: ser positivo en Coronavirus, ni más ni menos. No estuve ingresado en el hospital ni me intubaron, todo eso son bulos inventados por el miedo de la gente, pero sí fue un proceso emocionalmente complicado en el que tuve que soportar la presión social y el juicio popular, casi más dañino que el virus en sí, pues para mí fue un simple resfriado...




¿El resultado? Aquí sigo, no me mató y supongo que ahora soy más fuerte, pero tuve que echar mano de lo poco o mucho que he aprendido en esta vida para salir indemne y sobreponerme. La escritura, como siempre, me volvió a rescatar de la oscuridad para darle luz a mi sentir y, por eso, seguramente compartiré algún que otro escrito que nació durante mi confinamiento... Una cosa más, gracias, infinitas gracias, con eso me quedo...



domingo, 3 de enero de 2021

Fin de Año fuera de casa

Y siguiendo con la tradición pude celebrar el Fin de Año fuera de casa, aunque esta vez sintiéndome como en casa. El coronavirus quiso que viajara a Barcelona y al final acabamos dándole las gracias... Y lo resumiré nombrando a la gran ausente, pero que en mi corazón siempre está presente... Gracias, Ángela, por haberme regalado a esta familia maravillosa, gracias por haberme unido a unos seres que me aportan alegría y bienestar, gracias por enseñarme que nuestra historia no ha acabado tras tu muerte, sino que puede continuar de otra manera, sintiendo tu presencia en cada momento, y gracias por hacerme consciente de que todo esto alguna vez acabará y por eso soy inmensamente agradecido cada vez que sucede un reencuentro... Gracias incluso al Gobierno, por haberme permitido volar para reunirme con la gente que quiero... Gracias, infinitas gracias, de verdad...




viernes, 1 de enero de 2021

Soy negativo

A pocas horas de empezar el año me dijeron que soy negativo, pero dados los tiempos que corren ser negativo es lo mejor que te pueden decir, una grandísima noticia y un requisito indispensable para regresar a casa...




Hoy comienza un nuevo año, un libro en blanco que se presenta ante mí y yo decidiré con qué colores pintar cada una de las páginas... Que cada día sea un gran regalo y aprendizaje para ti, para él, para mí, para ellos, en definitiva, para todos los seres sin ninguna excepción, y si por un casual me sale una vocecita diciendo para todos menos para esa, que no la soporto, a esa persona le daré doble ración de desearle lo mejor...