Dos caminos, uno azul, otro amarillo, en medio tú, con la presión de decidir, qué hacer, hacia dónde ir. Te haces la picha un lío... Entonces te detienes y decides no hacer, no decidir, sino observar con los ojos bien abiertos el curso natural de los acontecimientos. A veces no tienes que hacer nada, la acción de otros te dará la respuesta que necesitas, las cosas se darán o no se darán, observa y respira...
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