Ayer, mi referente, me lo recordó una vez más: La fe y la perseverancia
son las claves del éxito. Y así fue como sucedió…
Durante
estos meses de parón me aferré al optimismo para alcanzar mi objetivo. Si una
puerta se cierra, una ventana se abrirá, me lo recordaba sin cesar. Si ahora no
es el momento, más adelante se dará, pero no decaigas, también me decía a
menudo para afianzar mi confianza en la vida y, sobre todo, dejar de controlar.
Y una pregunta por sobre todas las demás: ¿dónde está la oportunidad? Entonces
llegó la respuesta, hacer una presentación diferente, pero igualmente
emocionante. Lanzo la intención... Después de más de un año de trabajo,
combinado con entusiasmo, la novela ya está en mis manos y pronto verá la luz…
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