Y de repente… mi mente voló y empecé a imaginar cómo sería mi vida si
en lugar de estar sentado en la mesa en la que estaba, compartiendo con mi
familia, me hubiera tocado estar sentado en la mesa en la que él se encontraba,
supongo que también con sus familiares… Seguramente sería distinta… A mí me ha
tocado vivir esto, una familia que no elegí, una educación que me dieron,
creencias que se han ido instaurando en mí hasta condicionar mi existencia. Muchas
veces vivimos supeditados al clan familiar hasta que eres capaz de disociarte y
reclamar tu individualidad… Velar por tu coherencia y decir sí o no en
función de lo que te susurre el corazón… Gracias familia, por permitirnos compartir
sin el tener que sino simplemente cuando nos dé la gana, dando pasos hacia
nuestra libertad…
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