viernes, 14 de febrero de 2020

¿Estamos locos o qué?


Esperó ansioso, con ilusión, tenía ganas de volver a verlo y reencontrarse con él, pero nunca vino a recogerlo, ni siquiera tuvo el valor de dar la cara y lo abandonó a través de un mísero Whatsapp, no es por ti, es por mí, leía con incredulidad. La tristeza lo desplomó en el suelo de la terminal y encogió su cuerpo retorciéndose de dolor, hubiera sido mejor la muerte, llegó a pensar. Cerró los ojos y rogó que todo fuera una pesadilla, pero nadie hizo el milagro de cambiar su realidad. Le arrancaron el corazón de cuajo, lo metieron en una picadora y cuando pulsaron el botón de encendido escuchó el zumbido de la máquina mientras deshacía su corazón en mil pedazos convirtiéndolo en una masa inerte, sin vida, y no le importó, siguió acostado con los ojos cerrados…


Pero se recuperó, ¡cuánto aprendió! Hoy es capaz de verlo desde otra perspectiva y se parte de la risa al recordar que prefería morir a su lado antes que vivir sin él, amores insanos, adheridos a nuestra piel… ¿Estamos locos o qué? Todo pasa… Las historias de desamor parecen el final más devastador, pero son solo el principio de una nueva historia que está por comenzar, tal vez la tuya contigo mismo…

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