Y de repente... sentí, la imagen se desvaneció y solo
sentí, el frescor de la brisa, el aleteo de una mariposa, el jadeo de mi
respiración, tu sonrisa, eso es lo que sentí... No te vi, la imagen se
diluyó y no me importó porque te sentí, bendito regalo que viví y que me
está llevando a integrar esta nueva dimensión en la que nos podemos seguir relacionando desde otro espacio…
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