Me esforzaba por avivar el fuego para que la luz no cesara y así seguir
construyendo mi fachada, la que había moldeado y quería mostrar para ser
aceptado por la sociedad. Ese era yo, mi yo consciente, viviendo en la luz…
Hasta que la llama se apagó y quedé inmerso en la oscuridad, apareciendo la
otra porción que habita en mí… «¿Qué es esto?», me pregunté. Esa parte de ti
que no quieres ver, la que has enterrado en los confines de la tierra para no
ser rechazado, aquello de lo que reniegas por juzgarlo como malo… Ese también
soy yo, puro inconsciente, soy inconsciente... Mi barriga se agrieta, un nudo
me aprieta, ya no sé quién soy o me abrumo por todo lo que soy, no sé hacia
dónde voy o me da miedo hacia dónde voy, pero mi corazón me lleva a seguir
navegando por estos mares de inconsciencia donde la luz brilla por su
ausencia y las sombras se rebelan dándome respuestas…
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