¿Puede acabar contigo algo que no existe? Eso es lo que me pregunto
cuando alguien me lanza un titular diciendo que “el miedo puede conmigo”. ¿Quién
es el miedo? ¿Esa voz que escuchas y la sientes tuya, otorgándole todo el poder
sin el beneficio de la duda? ¿Eso que te susurra consejos contrarios a tus
sueños? ¿Esas manos que te agarran la garganta y empiezan a presionarla hasta
asfixiarte y dejarte sin aliento? ¿Esa barrera que te impide avanzar,
paralizando por completo tu cuerpo? ¿Quién es el miedo? No existe,
¿verdad?
¿Y si hacemos aquello que queremos hacer a pesar de los miedos? ¿Lo que
queremos hacer nos va a provocar la muerte o una enfermedad terminal? Si la
respuesta es sí, desiste del intento. Si la respuesta es no, hagamos aquello
que deseamos con todas nuestras fuerzas. Salgamos y pongámonos a cantar, ¿qué
puede pasar?, ¿olvidar la letra?, ¿soltar un gallo que se ha escapado del
corral y se ha colado en el escenario? ¿Y qué? Si así fuera, serían
experiencias que te alimentan y te ayudan a mejorar. ¿Y si sucede todo lo
contrario? ¿Qué pasa si cantas y deleitas al público con tu arte? ¿Qué pasa si
disfrutas haciendo lo que sientes, como si fuera la primera y última vez?
Vamos, a por ellos, pues el mejor antídoto para el miedo es caminar hacia el
miedo…
No hay comentarios:
Publicar un comentario