¡Qué cómodo
era antes salir de trabajar e ir a casa de mis padres a comer!
Pero ahora, con el cambio de alimentación que estoy siguiendo, un
servidor se tiene que encargar de todo o casi todo: de llenar la
despensa de provisiones, de organizarse para poder cocinar, de crear
un menú para toda la semana...
Poco a poco lo voy
consiguiendo, por lo menos lo intento, y creo que la clave es
disfrutar con todo lo que estás haciendo. Si toca hacer la
compra, pues a disfrutar haciendo la compra; si toca cocinar, pues a
disfrutar de tu momento en la cocina; si toca indagar sobre nuevas
recetas, pues a disfrutar mientras lees un libro o buscas en internet
ingeniosas recetas...
Todo este cambio me
está aportando un valioso aprendizaje, pero es verdad que antes
estaba la mar de cómodo cuando no me ocupaba de todas estas cosas
porque ahí estaban mis padres. Por eso, y por mucho más, vuelvo
a dar las gracias a mis padres, por su respaldo y por la gran
familia que me cobija...
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