Si
te paras un momento seguro que tienes un montón de cosas por las que
brindar. Tan sólo por abrir los ojos y comprobar que sigues vivo es
más que suficiente para brindar
por la vida,
una vida que te lo da todo y más para disfrutar. Coge una copa,
levántala bien alto y empieza a brindar por todo lo que tienes:
brinda por la amistad, por el amor, por todo lo aprendido, por el
camino recorrido, brinda por el presente, por los seres que se han
ido y por todos los que vendrán. Brinda incluso por aquello que no
te ha salido como tú esperabas porque algún aprendizaje habrás
adquirido. Sigue buscando y te vendrán muchas más cosas por las que
brindar, pero sobre
todo brinda por ti.
No esperes a que otros brinden por ti, que también es de agradecer
que lo hagan, pero no hace falta que nadie lo haga por ti. Sé tu
mismo el que coja la copa y brinda por tu vida, por la vida...
Ayer
me dijeron que últimamente no contaba cosas alegres, que siempre
estaba serio. Tal vez sea porque últimamente comparto menos contigo,
le dije, pero también es cierto que justo antes de que se produjera
la conversación, saliendo del hospital porque había ido a dar reiki
a una paciente con mi princesa Carmen, me dije que tenía muchos
motivos para estar alegre, para expresar alegría, que la sintiera
sin límites, así que eso es lo que haré,
brindar por la alegría de cada día y
compartirlo con todas las personas sin ninguna excepción. Gracias
por esa conversación y por la maravillosa experiencia en el
hospital. Soy
alegría...
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