Me pasó ayer, que llegué a casa de mis padres con una hora de tiempo libre para comer, descansar y disfrutar de mi familia, y realmente me apetecía eso, comer, descansar, jugar con mi sobrino y disfrutar de ese tiempo libre sin más...
Entonces mi madre me preguntó si podía pasar por casa de una tía para que le llevara una cosa, pero mi respuesta fue un seguro NO, explicándole los motivos por los que no podía o no quería...
Bueno, mi tía vino muy enfadada a buscar eso que yo no le había llevado, pero con mucho amor le sonreí, le pedí un abrazo y le expliqué amablemente por qué no podía hacerle ese favor, principalmente porque ese tiempo lo prefería invertir en algo que resonara en mí y no hacer las cosas por agradar a nadie. Y es que de eso se trata, de que a veces tienes que decir NO si no quieres ser esclavo del tiempo y andar a toda prisa de un lado para otro...
No hay comentarios:
Publicar un comentario