La vida es como una
gran partida de ajedrez. Las fichas somos todos los seres que
habitamos el planeta y el jugador, el único jugador, es el universo
que todo lo mueve.
Si un peón no se
moviera, su vida peligraría y estaría abocado a la muerte, pero si
empieza a caminar tendría más posibilidades de alcanzar su máximo
potencial, pudiendo llegar a convertirse en una pieza de más valor
si llega al final del camino. Si no alcanzara esa meta, al menos
tendría la sensación de morir viviendo...
A veces nos
aferramos a lo que conocemos, a ese cuadro blanco o negro, y nos
resistimos a caminar porque pensamos que ese cuadro es todo lo que
hay, pero el jugador sabe que hay mucho más y te hará moverte, de
alguna u otra manera, dándote las señales necesarias para que
despiertes y desconectes de la idea de que tú eres lo que crees que
eres, porque tú eres más que eso, mucho más, o algo totalmente
distinto a lo que crees que eres. El jugador querrá que experimentes
y te dejes fluir para que conectes con tu ser, llegando así a un
estado de paz absoluta y logrando tu máximo potencial.
Simplemente hay que
confiar en el proceso de la vida, así estaremos a salvo...
Me estaba poniendo al día con el blog, y he de decir que este post me ha encantado. Un besazo amigo mío!
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