Siguiendo
con la estela de los cuatro acuerdos, el segundo de ellos dice que
“No
te tomes nada personalmente”.
Algunos
fragmentos del libro son:
“Suceda
lo que suceda a tu alrededor, no
te lo tomes personalmente.
Te lo tomas personalmente porque estás de acuerdo con cualquier cosa
que se diga. Y tan pronto como estás de acuerdo, el veneno te
recorre y te encuentras atrapado en el sueño del infierno”.
“Si
alguien te da su opinión y te dice: “¡Oye, estás muy gordo!”,
no
te lo tomes personalmente,
porque la verdad es que se refiere a sus propios sentimientos,
creencias y opiniones. Esa persona intentó enviarte su veneno, y si
te lo tomas personalmente, lo recoges y se convierte en tuyo. Tomarse
las cosas personalmente te convierte en una presa fácil para esos
depredadores, los magos negros. Les resulta fácil atraparte con una
simple opinión, después te alimentan con el veneno que quieren, y
como te lo tomas personalmente, te lo tragas sin rechistar”.
“No
te tomes nada personalmente
porque, si lo haces, te expones a sufrir por nada. Los seres humanos
somos adictos al sufrimiento en diferentes niveles y distintos
grados; nos apoyamos los unos a los otros para mantener esta
adicción”.
“Cuando
te acostumbres a no
tomarte nada personalmente,
no necesitarás depositar tu confianza en lo que hagan o digan los
demás. Bastará con que confíes en tí mismo para elegir con
responsabilidad. Nunca eres responsable de los actos de los demás;
sólo eres responsable de tí mismo. Cuando comprendas esto, de
verdad, y te niegues a tomarte las cosas personalmente, será muy
difícil que los comentarios insensibles o los actos negligentes de
los demás te hieran”.
Y
más, mucho más, está recogido en este libro...que sigo leyendo...