Hoy me incorporé nuevamente al trabajo y hoy la gente me ve más guapo y radiante, no sé si por el tratamiento de belleza o porque estoy estrenando una crema hidratante con alto contenido en aloe vera. Sea como sea, la gente me ve muy bien y eso me hace feliz y con ganas de seguir adelante.
Y con ganas, con muchas ganas, volví a romper la flecha. No puede haber nada que me impida llegar a la meta que me he propuesto, así que si el obstáculo es una flecha, debo acabar con ella.
Ésta fue otra de las pruebas que nos hicieron hacer en la jornada de FIREWALKING y creo recordar que todos pudimos con la flecha. Si yo puedo, tú también puedes...
Para escépticos como mi madre, decirles que no son flechas de plástico, son las flechas que se utilizan en las competiciones oficiales de tiro con arco, con la punta redondeada.
Insisto, todos podemos, sólo hay que vencer el miedo.
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