¿Y si pasó lo que pasó para que esta semana sucediera lo que sucedió? No faltó nadie, no sobró nadie, fue perfecto tal y como ocurrió… Miradas cómplices que te permiten ver más allá de donde la vista puede ver, conversaciones desnudas que nos llevan a descubrirnos y transformar un vínculo, palabras que te ayudan a comprender, a empatizar, a perdonar y a reafirmarme en que mi prioridad, estar en paz, es y debe ser siempre lo más importante… Lo que he recibido esta semana ha sido, sin ningún lugar a dudas, la mejor medicina que podía tomar…
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