jueves, 24 de marzo de 2022

Aprender a decir que no

Y de camino al trabajo, escuchando una canción de Rozalén, va y dice que si le sale del corazón, va a aprender a decir que no... Qué difícil es a veces, pero cuán necesario es soltarlo cuando te lo pida el cuerpo...




miércoles, 16 de marzo de 2022

¿Te late?

Recuerdos de mi viaje a México, expresiones que me gustaría compartirles, una de ellas fue: ¿Te late? ¡Qué manera tan original de preguntar si te apetece hacer algo! En cierta forma, te está invitando a que escuches tu corazón, pues él te dará la respuesta… Cada latido, cada bombeo, toda la información que te transmita te llevará a escoger con coherencia… ¿Te late? Sí, me late, y desde que escuché esa pregunta la he incorporado a mi vocabulario…




domingo, 6 de marzo de 2022

Día 14: Desde las alturas

Último día en Ciudad de México y qué mejor despedida que hacerlo desde las alturas subiendo a la Torre Latinoamericana... Y por más que mires no llegas a atisbar el final de esta gran ciudad con más de 21 millones de habitantes, casi dos Madrid o cinco Barcelonas, ¡impresionante!





Y por aquí me despido del país con la certeza de que el éxito del viaje no fue hacer un montón de cosas ni visitar la mayor cantidad de lugares posibles durante mi estancia sino atesorar momentos, pues de eso se trata, de que ciertos momentos queden grabados para siempre en mi corazón, como aquel en el que probé mi primer chupito de tequila intentando imitar el acento de los mexicanos, o cuando te das cuenta de que una amistad que comenzó de forma virtual se transforma en familia de verdad y no habrá ni tiempo ni frontera que la pueda resquebrajar, o cuando me subí en combi y me moví de pueblo en pueblo de forma improvisada, o cuando pasé por el puente colgante y se me pusieron en la garganta, o cuando tuve las presentaciones, me volví a abrir en canal y conecté con cierta gente, o cuando te conviertes en copiloto de un guía peculiar y te avisa de antemano de que no me asuste por la forma de conducir de los mexicanos, o aquella comida en un restaurante espectacular donde conocí a amigos maravillosos, aquellos que desnudaron su alma y se mostraron de verdad, o aquel en el que pude ser testigo directo de la alerta por un posible terremoto, o aquel en el que improvisé un baile cual catrina sin cabeza... Mis momentos en compañía, pero también mis momentos en soledad, como aquel en el que escuché el audio de una amiga que ha comprendido el mensaje y la oportunidad que puede haber detrás de la enfermedad y me hizo emocionar... Todos esos momentos y muchísimos más hicieron de este un viaje espectacular...

viernes, 4 de marzo de 2022

Día 13: ¡Alerta sísmica!

De verdad que desconocía que en México están constantemente en alerta sísmica y a mí me ha tocado vivirlo de lleno, o casi lleno, porque a pesar de que hubo un terremoto de 6.2 no fui consciente de ello...

8:30 de la mañana, estaba en el hotel viendo la tele mientras esperaba a mi amigo conejero, sí, dos de Lanzarote coincidiendo en la Ciudad de México. De repente empieza a sonar una especie de sirena y a mí me dio por subir el volumen de la televisión ya que me costaba escuchar, pero de refilón alcancé a oír lo de alerta sísmica... Me asomé por la ventana y empecé a ver a un montón de gente saliendo de los edificios y dirigiéndose a un punto central en la calzada... ¿Será que habrá que salir a la calle?, pensé, pero como no sentía nada me dije que tal vez sería una falsa alarma... Me dio por revisar el protocolo de seguridad que estaba colgado de la puerta de entrada: que cerrara las ventanas, que mantuviera la calma, que fuera a la zona segura, ¿pero cuál es la zona segura? Y mientras tanto, seguía acumulándose el gentío en plena calle obstaculizando el tráfico... Hasta que vi una llamada perdida de mi amigo, que él estuvo viviendo aquí durante 25 años, así que mi intuición me dijo que me estaba alertando de algo... Bueno, pues voy a salir a la calle, me dije, no sin antes ponerme los zapatos, el cinturón, la cartera... Y cuando bajé me encontré con él, incluso me había escrito un mensaje para que saliera de la habitación lo antes posible...

El caso es que cuando supuestamente tocan la sirena tienes aproximadamente 60 segundos para salir pitando de donde estés, y si te pilla en la ducha hay gente que sale incluso con la toalla anudada a la cintura, y en teoría hay zonas que están delimitadas como seguras porque supuestamente, en caso de derrumbamientos, son zonas protegidas, los edificios no caerían justo en ese punto... El caso es que yo, desde que tocó la sirena y en lo que empecé a ser consciente y reaccioné, pasaron por lo menos 10 minutos, si no más, y cuando estás en una tercera planta o inferior, como yo, tienes que salir del edificio lo antes posible... El miedo biológico apareció, no lo voy a negar, pero a una parte de mí no le hubiera importado vivir la experiencia de lleno, con algún temblorcito incluido, pero mejor no tentar a la suerte y aquí sigo, sano y salvo, ignorante de la magnitud de lo que podría haber pasado...




Y después de esta nueva experiencia para mí, seguimos paseando por la ciudad y tuvimos a la muerte más presente que nunca con la representación improvisada de catrinas danzando cual baile mágico, recordándonos que la vida es puro teatro. A veces nos enferma no expresar, pero otras veces es la creencia de que no hemos expresado todo lo que queríamos expresar...

jueves, 3 de marzo de 2022

Día 12: Solían dialogar con su corazón

Recuerdo la primera vez que cogí el metro en Madrid… A pesar de las explicaciones de mi amiga Nisha no daba pie con bola, pero cuando le cogí el tranquillo, como dirían los canarios, no había quién me parara. Y como es el medio de transporte que mejor manejo también lo quise coger aquí en la Ciudad de México, a pesar de que me habían advertido del peligro… El sistema es prácticamente similar, pero no igual. De hecho, cuando introduces el ticket para entrar, en España lo tienes que retirar para volver a utilizarlo a la salida, pero aquí no y estuve esperando un buen rato pensando que la máquina se había bloqueado, menudo pardillo, jajaja, hasta que me invitaron a continuar… ¡Cuiden las pertenencias en todo momento! Los policías no paraban de gritar que estuviéramos atentos, que guardáramos las carteras y los móviles en nuestros bolsillos delanteros, algunas estaciones estaban abarrotadas… La verdad es que genera algo de tensión, no lo voy a ocultar, pero más o menos es lo que pasa en otras ciudades, te invitan a ser prudentes y precavidos, pero tu vida no corre peligro. A mí, de hecho, me avisaron de que se me había caído una cosa al suelo al sacar el móvil de mi bolsillo y agradecí el detalle, así que no toda la gente es mala, desactivando creencias innecesarias...

gracias al metro me moví cómodamente por la ciudad para visitar la Basílica de Guadalupe, aunque no entré porque estaban dando misa y si entrabas no podías salir hasta que acabara, ¡ni loco!, pensé, jajaja, y el Museo de Antropología, pero es tan inmenso que solamente me centré en la Sala Maya y en la Sala Tolteca, que me enamoró su frase en la entrada: “Estos toltecas eran ciertamente sabios. Solían dialogar con su corazón”.





Y por la tarde tomé una de las cosas más deliciosas hasta la fecha, sopa de tortilla, en una hacienda antigua convertida en un restaurante espectacular. Una velada increíble acompañado de una pareja tan linda, que ya han quedado para siempre registrados en mi corazón... ¡Infinitas gracias Montse y Gerardo!




miércoles, 2 de marzo de 2022

Día 11: Llévame donde me quieras llevar

En cierto modo me pasó lo mismo que a la protagonista de "Y de repente... YO", que Alicia le propone a Rana ser su guía y le dice "llévame donde me quieras llevar". Yo también dije algo así, llévame donde me quieras llevar, claro que mi novela tuvo otro final, cómico o surrealista diría yo... Me dejé llevar, pero también tuve que tomar las riendas porque el guía tenía más miedo que yo, jajaja...




Y así fue como visité Teotihuacan y las pirámides del sol y la luna...




Y para finalizar, un apunte más: aquí la forma de conducir no es como allá, cada uno coge las rotondas según el sentido que le convenga... Yo miraba asombrado y me decía: "Tranquilo Ibán, pase lo que pase llegarás a casa vivito y coleando", jajajaja...

martes, 1 de marzo de 2022

Día 10: El nuevo mundo

Ayer llegué a la Ciudad de México y esto huele diferente, sabe diferente, si no es un mundo nuevo, al menos es un mundo totalmente distinto… Y precisamente pensaba en eso cuando de repente encontré a un señor tocando el violoncello bajo un cartel que decía el nuevo mundo




De adentrarme en los pueblecitos y conocer un México más rural, he pasado a una de las urbes más pobladas del planeta con más de veinte millones de habitantes… Y a mí, de vez en cuando, también me encantan las grandes ciudades, ese bullicio que no cesa en toda la noche y parece que nadie duerme, esos cláxones que no paran de pitar, esa mezcla de viejo y moderno que sí puedes encontrar acá, pues de pronto pareces pasear por una calle humilde con puestos ambulantes ocupando las calzadas, pero una cuadra más allá encuentras una gran avenida con tiendas de moda y rascacielos considerables... Hasta la gente es más diversa, variopinta, incluso he encontrado a otros turistas, cosa que no me había pasado en todos los días que llevo de viaje…





Dicen que me van a faltar días para visitar todo lo que me ofrece esta ciudad, pero yo no me voy a apurar porque siempre podré regresar...