¿Han probado a casarse con ustedes mismos? Se me ocurrió pronunciarme esta frase y el efecto ha sido maravilloso:
Ibán, ¿quieres recibirte a ti mismo como esposo y prometes serte fiel en la prosperidad y en la adversidad, en la salud y en la enfermedad y así amarte y respetarte todos los días de tu vida? ¡Me caso, vamos que si me caso, un matrimonio para toda la vida! ¡Estáis invitados a mi boda!
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