Anoche maté dos mosquitos, eran ellos o yo, pues me atacaban sin piedad y me picaban sin ningún tipo de miramientos. Y después llegó un sentimiento de culpabilidad, cómo fui capaz de cargarme a dos seres vivos... Entonces fue un buen momento para repetir una de las frases que cuelgan de la pared de mi baño: "Me acepto, me perdono y me amo". Me acepto como soy, perdono mi faceta asesina que subsiste en mi interior y me amo por encima de todas las cosas. Eran ellos o yo, así lo creí, y me los acabé cargando...
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